Cómo optimizar la producción alimentaria con tecnología avanzada de congelación
La tecnología avanzada de congelación ha transformado la forma en que la industria alimentaria preserva la calidad, mejora la eficiencia y responde a las exigencias del mercado actual.
Hoy en día, congelar no significa únicamente conservar, sino hacerlo con precisión, seguridad y rentabilidad.
Entre las técnicas más eficaces destacan los túneles de congelación IQF y los sistemas de congelación por salmuera, dos soluciones con aplicaciones y beneficios complementarios.
Túneles IQF: calidad individual, eficiencia global
Los túneles de congelación IQF (Individually Quick Frozen) permiten congelar cada pieza del producto de forma individual y rápida.
Esta tecnología impide la formación de grandes cristales de hielo, lo que ayuda a preservar la textura, el sabor y el valor nutricional de los alimentos. Gracias a un control preciso del tiempo y la temperatura, se consigue una congelación homogénea que evita pérdidas de calidad tras el descongelado.
Entre sus principales ventajas destacan:
- Mayor vida útil del producto sin aditivos.
- Reducción del desperdicio gracias al uso por porciones.
- Adaptabilidad a diferentes tipos de productos: mariscos, frutas, verduras, carnes o platos preparados.
¿Qué se congela con tecnología IQF?
Algunos de los productos más comunes en los túneles IQF son:
Congelación por salmuera: velocidad y rendimiento térmico
La congelación por salmuera es otra técnica avanzada ideal para productos que requieren un enfriamiento ultrarrápido con contacto total.
Al sumergir el alimento en una solución refrigerada, se consigue un intercambio térmico muy eficiente que disminuye drásticamente el tiempo de congelación.
Esta tecnología es especialmente adecuada para:
- Productos del mar como langostinos, sepias o pulpos.
- Productos envasados al vacío o termosellados.
- Procesos previos a recubrimientos o empanados.
Integrar tecnología avanzada de congelación en la línea de producción
El uso combinado de IQF y salmuera permite una gran flexibilidad para adaptarse a diferentes tipos de alimentos y volúmenes de producción. Ambas tecnologías pueden integrarse de forma continua en las líneas automatizadas, mejorando la trazabilidad, reduciendo los costes energéticos y aumentando la seguridad alimentaria.
Las empresas que incorporan tecnología avanzada de congelación no solo optimizan su rendimiento operativo, sino que también responden mejor a las demandas del consumidor actual: productos de alta calidad, sin aditivos, con una experiencia de consumo fresca y natural.
